#CONOZCAMOS A ANDREA TORRES DE TIPO MÓVIL
Ella es Andrea Torres, diseñadora gráfica fundadora de Tipo Móvil, un estudio de diseño y taller tipográfico dedicado al rescate y reinvención del oficio de la impresión tipográfica (letterpress), desde el año 2014.
En su estudio recupera tipo móviles de plomo y material que las imprentas desechan y con ellos trabaja para transformar lo que alguna vez fue industria, en arte.
En su estudio imprimen láminas, posavasos, pequeñas ediciones de libros, e impresos por encargo; sobre papeles de fibra de algodón y de esta forma aportan al rescate y resurgimiento de este antiguo oficio, recuperando el valor del trabajo hecho a mano, la belleza del proceso y el rol del diseñador como artesano.
Entrevista: @Urdimbrediciones
Fotografías: Mila Belen (@estudiocc.cl), @aleapablaza y @tipomovil
Conocimos tu proyecto a raíz de las impresiones de nuestras tarjetas de visita, donde el isotipo de nuestra marca –trama construida a base de hilos bordados– fue llevado a un bello cuño seco. ¿Cómo nace Tipo Móvil y de dónde surge el interés por rescatar el oficio de la impresión tipográfica (letterpress)?
Tipo Móvil nace de la necesidad de volver a los oficios, del hacer a mano, del contacto con los materiales y del ser parte de la cadena de producción completa, desde la creación hasta el resultado final.
Quizás todo tiene su origen –o mayor influencia– en mi educación universitaria en la Escuela de Diseño y Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Recibí una alta dosis de influencia del hacer a mano, del valor de los oficios y del rol del diseñador como artesano. Desde ahí quedé con la necesidad de ese hacer.
Luego, en el quehacer profesional, me vi en un momento dado, trabajando en una agencia de publicidad, 8 horas (o más) frente al computador y sentí que ese no era el diseño que me habían enseñado.
Entonces a propósito que el 2008 empecé a dictar clases en una universidad, el ramo de sistemas de impresión, comenzó una búsqueda en torno a la impresión tipográfica, que culminó con la compra de una máquina de 900 kilos y la creación del taller Tipo Móvil.
¿Qué hito significativo te llevo a seguir el camino que has ido trazando para hallar en la tinta y en la impresión seriada –a veces imperfecta– un lenguaje que comunica a través del soporte (papel), color (Pantone) y letra (tipo) logrando crear piezas únicas?
Desde que partió el taller, costó mucho sacarlo adelante. Yo trabajaba con una socia, pero ambas teníamos trabajos paralelos, mientras el taller se iba consolidando, pero no podíamos dedicarle tanto tiempo.
Pero el año 2017, en octubre, participamos del 6to Encuentro Local, y fue un éxito total. No podía creer la recepción de la gente con las láminas y el taller en sí mismo, y fue ahí que realmente vi que había que potenciarlo más. Es extraño que a veces uno necesite una confirmación externa para validar que lo que uno hace está bien, pero me imagino que eso también debe tener que ver con las propias inseguridades.
¿Cuál ha sido tu formación? ¿Qué ha sido lo más desafiante de poder llevar a cabo este proyecto en la era de la digitalización?
Como contaba al inicio, estudié Diseño Gráfico en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, lo que significó un cambio sustancial en mi forma de ver las cosas. Nos forman para tener una mente contemplativa, para ser observadores del entorno, lo que nos permite estar siempre con los ojos muy abiertos, pendientes de lo que pasa. Eso me ha ayudado mucho, pues me permite traspasar esos pensamientos y expresarlos a través de la impresión y la creación de estos objetos.
Lo más difícil, sin duda, ha sido todo lo que rodea al taller en temas formales, el ser empresa, aprender temas de contabilidad, de e-commerce, de administración de empresas, facturación, cobros, despachos, etc. En ocasiones eso te quita el tiempo de creación y producción, entonces hay que ser ordenada y tratar de armar un buen equipo para poder equilibrar todas las áreas.
Dentro de las series impresas con tipos móviles has optado por composiciones tipográficas en base a versos y/o poemas? ¿Cómo es tu relación con la poesía? ¿Existe algún verso favorito que te hayas aprendido de niña? ¿Qué personaje de la literatura infantil y juvenil le tienes especial cariño y por qué?
Si bien mi acercamiento a la poesía se vio fuertemente potenciado con mi ingreso a la escuela (e[ad]), tengo registros muy lindos de literatura en mi infancia.
Los primeros recuerdos son con esos libros que venían con un cassette de audio que relataba el cuento y sonaba un pito cuando había que cambiar la página, cuando aún no sabía leer, tengo recuerdos muy lindos de Pulgarcito, pues me memorizaba el cuento incluso con el pitido.
También recuerdo muchos libros de la Editorial Barco de Vapor, de literatura infantil que siempre andaban dando vueltas por la casa.
Mi papá nos suscribió (a mi hermana y a mí) en los ´80 a la Editorial Andrés Bello y todos los meses llegaba un libro nuevo. Entones había casi una carrera por leerse el libro antes que llegara el siguiente. Así leímos Los pecosos, Las crónicas de Narnia, Papelucho, y muchos otros.
Como sujetos y mujeres que lideran este proyecto, volvemos a los libros, a sus epígrafes y a las frases subrayadas cuando necesitamos inspirarnos ¿Tienes algún autor o texto al que recurras en momentos en que los días se tornan más oscuros?
Últimamente me ha ayudado mucho un libro de Nuccio Ordine que se llama “La utilidad de lo inútil”, que lo leo casi como un mantra, cuando la presión del utilitarismo viene casi como un monstruo. El libro repasa autores y personajes que tratan la temática de aquellos saberes considerados inútiles. En una parte habla acerca del Quijote, a quien llama “héroe de lo inútil y lo gratuito”, quien deja una potente impronta al revelar “la necesidad de afrontar con valentía también las empresas destinadas al fracaso. Existen derrotas gloriosas de las que, con el tiempo, pueden surgir grandes cosas”. (p.69).
¿A qué otras dimensiones artísticas acudes cuando necesitas idear un nuevo proyecto, o bien, abordar un nuevo desafío
Todos los proyectos nacen del papel, de tirar líneas, de conversaciones entretenidas, de inquietudes personales y externas, de la naturaleza y de la observación. Me nutro mucho de las personas de las que me rodeo, me gusta la gente, me gusta conversar y precisamente de las colaboraciones es que han salido los proyectos más lindos.
Uno de los objetivos del taller es precisamente, poder difundir la obra de otros artistas, diseñadores y diseñadoras, a través de la colaboración y el desarrollo de proyectos colaborativos.
Aunar sinergia entre dos o más profesionales, permite pensar y llevar a cabo proyectos colaborativos, un ejercicio en donde podemos contribuir desde otros oficios, otras miradas. En el caso de “La Soledad de los objetos” con textos de Amadeo Gonzales ¿Cómo se fue gestando la idea, su desarrollo y resultado? Descolgándonos del título “La Soledad de los objetos” ¿Cómo es tu relación con los objetos? ¿Recuerdas el lugar dónde obtuviste el primer carácter tipográfico?
El caso del proyecto con Amadeo Gonzáles, es muy lindo, porque nace de la amistad. Alfredo Calderón, me presentó a Amadeo en una Feria Impresionante, el año 2017, fuimos a comer un sándwich en el barrio bellas artes y ahí se urdió el plan, el que finalmente concretamos casi un año después, y lanzamos en la Feria Impresionante de 2018. La Soledad de los Objetos, es el primer poemario de Amadeo, son sus dibujos y poemas, que me envió en formato digital y que luego diagramamos, junto a Alfredo e imprimimos aquí en el taller, es un “fanzine edición de lujo”, como dice Amadeo.
Es linda la relación con los objetos, el fanzine trata de aquellos que quedan abandonados por sus dueños y estos les reclaman por ese acto.
Quizás los tipos móviles se rebelaron contra las imprentas por haberlos dejado en desuso y por eso los encontré.
Mis primeras familias de tipos móviles, vinieron junto con la primera prensa, en unos chibaletes que están ahora en el taller. Son una de las letras que más utilizo, pues están en bastante buen estado.
¿En qué consiste la iniciativa impulsada por la organización comunitaria Charlas Común y cuál ha sido tu participación en ella? ¿Cómo ha sido tu experiencia desde la docencia y qué es lo que más extrañas de impartir tus talleres?
Charlas común es una iniciativa hermosa. Junto a varias amigas y amigos relacionadas con las letras, –tipografía, caligrafía, diseño– creamos un ciclo de charlas de diseño y letras, con el objetivo de recaudar fondos para canalizarlos en ayuda de las distintas ollas comunes que se están realizando en Chile, a propósito de la crisis que ha generado la pandemia. Justo terminó la semana pasada, reunimos más de tres millones de pesos e hicimos 46 charlas en vivo, con distintos exponentes de la disciplina de Chile, España, Argentina, Perú y Colombia. Fue una experiencia muy enriquecedora, fue mucho trabajo, pero muy satisfactorio. Creemos muy necesario activar el rol del diseñador como ciudadano, como decía Milton Glasser, pues a veces resulta frustrante verse de manos atadas sin poder ayudar.
Los talleres que dicto de impresión artesanal son una experiencia muy satisfactoria, pues de cierta forma implica dar a conocer un oficio antiguo y ayudar a preservarlo. Lo que más extraño de estos talleres, es precisamente el contacto con las personas que participan de ellos y se genera un trabajo colaborativo muy lindo. Espero que pronto podamos retomarlos.
Seguramente, cuando estés respondiendo estas preguntas, estaremos gozando de una leve dosis de aire fresco producto de la etapa de transición que algunos sectores de Chile estarían aplicando. Han sido cerca de cinco meses en donde voluntariamente –o no– tuvimos que aprender a quedarnos en casa. ¿Cómo se modificaron tus días cuando justamente tu propuesta de valor se basa en el rescate del oficio y lo análogo?
Sí, ha sido intenso. Si bien tengo una situación bastante privilegiada: un techo, una cama y comida; he seguido trabajando desde el computador, con mis clases online que hago en la Universidad del Desarrollo y con proyectos de diseño editorial. He aprovechado para potenciar las RRSS y la tienda online de Tipo Móvil, todo sumado a las labores domésticas, por lo que he tratado de equilibrar todas las partes, pero ha estado intenso.
Precisamente para mí, ir al taller, es el escape de todo ese trabajo de computador. Por lo que ahora más que nunca he sentido la necesidad de poder desconectarme.
¿Qué es lo que primero que harás cuando puedas regresar a tu taller? ¿Tienes alguna novedad o próximos proyectos que quieras compartir con nuestros lectores/as?
Hay varios proyectos en carpeta. Lo más próximo es el Encuentro Local, del 2 al 6 de octubre, que este año se realizará en modo digital, con la característica que cada marca presentará un producto inédito. Ya estoy un poco atrasada, así que espero lo antes posible arrancarme a imprimir eso.
También estoy renovando la tienda online, y espero lanzarla a principios de octubre. Viene con muchas novedades para facilitar la usabilidad y cómo se muestran los productos.
Octubre es el mes del diseño en Chile y viene lleno de actividades, así que las invito a quedarse atentas a las RRSS para conocer todas las novedades.
Durante julio, tuvimos un reto lector en Instagram, que consistía en compartir una recomendación de libros ilustrados, libros álbum que te hayan encantado… ¿Qué libro nos recomendarías?
Sin duda la colección de libros informativos ilustrados de La Bonita Ediciones: Ciudadano Consciente.
Son 7 libros que ya se comenzaron a lanzar, uno al mes, con temáticas sumamente contingentes e importantes de abordar en los tiempos que corren. Ya salieron a la venta los dos primeros, “Yo, digital” y “Yo, activista”. Con un enfoque en niños y niñas, diseñados e ilustrados muy cuidadosamente con un resultado muy lindo.
Por último, nosotras entendemos lo diverso como todo aquello que nos parece distinto a nuestra realidad y entorno. ¿Cómo lo entiendes tú?
Claro, sin duda cada uno tiene un enfoque de acuerdo a sus propias vivencias. Sin embargo, creo que lo diverso no solamente es aquello que “nos parece” distinto, sino todo en realidad. Y por ello me parece tan enriquecedor que exista, es precisamente la diversidad la que nos convierte en comunidad colaborativa, es en la diversidad que nos enriquecemos como seres humanos.
Conoce más de su trabajo aquí: www.tipomovil.cl
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