#Conozcamos a Lorena Martínez Oronoz

Me llamo Lorena Martínez Oronoz y nací y vivo en Irun (Gipuzkoa). Soy la tercera de cuatro hermanos. De padre ferroviario/cantante y madre ama de casa/artista.

Crecí en una casa con muchos cuadros y libros. Alrededor de la casa había una  huerta muy ordenada y un jardín más libre. Aunque de niña dibujaba, cuando estudié diseño de jardines empecé a dibujar mucho: los colores, los volúmenes, los trazos, las formas…esto me hacía feliz.

Al principio de mi vida laboral compaginé el paisajismo con la ilustración, posteriormente, me decanté por la ilustración. El dibujo es para mí un lenguaje maravilloso, una herramienta para relacionarme con el mundo. He colaborado con escritoras y escritores, es apasionante interpretar los textos de otras personas.

El ser madre añadió una manera de ilustrar: me di permiso para explorar mis propias vivencias y crear proyectos personales.

Entrevista: @Urdimbrediciones
Fotografía de perfil: @Rakel Martínez / Imágenes: @Lorena Martínez Oronoz

Te titulaste de diseño de jardines. ¿Qué hito importante dentro de tu trayectoria profesional te condujo hacia la ilustración de libros? 

Sin duda, haber sido en mi infancia alumna de Juan Kruz Igerabide, gran escritor.

A él le enseñé mis primeras ilustraciones y con él edité mi primer libro: “Joxe Panpin”. A partir de aquí una cosa llevo a la otra y hasta hoy.

¿Cuáles son tus referentes o qué otras dimensiones artísticas nutren hoy tu universo creativo?

Mi referente primero es de donde vengo: el entorno en el que crecí, mi familia, el contacto con la naturaleza, el valor que se le ha dado a la belleza y el arte. Hoy, mi universo se nutre de las experiencias  pequeñas-grandes del día a día. Se nutre de mis hijas, de mi pareja, de las personas con las que me relaciono. Se nutre con la observación, con el caminar. Se nutre con todo el arte (en su más amplia acepción) creado por personas: arquitectura, dibujo, escritura, poesía, huerta, jardín, diseño, costura, cocina y música.

¿Cómo es tu vínculo con los libros y la lectura? ¿Tienes algún recuerdo que atesores como lectora?

Cuando era niña siempre tuve muchos libros a mi alcance, imagino que tener hermanos mayores ayuda. Vas heredando libros. También era un regalo importante en cumpleaños y navidad. El ojear libro de muy pequeña, cuando no sabía leer, perderme en las ilustraciones, era maravilloso. Y luego, añadir la lectura, me encantó. Los libros y sus historias son una gran compañía y una puerta a mundos estupendos.

Una experiencia que recuerdo especialmente es cuando mi hermana mayor, Eva, me regalo un libro de Gloria Fuertes “Coleta la poeta”. Tendría 7 u 8 años, al leerlo, sentí que algo grande estaba pasando, ese ritmo en las palabras esa conexión con las ilustraciones. Es un recuerdo que atesoro y que creo que tuvo algo que ver en mi futuro.

¿Cómo trabajaste las historias y lo cromático en el libro “Ocho colores» (Cenlit Ediciones, 2018)?

Todo empezó una tarde de lluvia, en casa, con mis hijas. Nos pusimos a dibujar con las pinturas Gonis Jumbo. Tienen colores muy vivos, muy intensos. Hice una selección de colores y cada uno me inspiró una historia, los bocetos nacieron esa tarde. Luego fue pulirlos, sintetizarlos y lograr el formato de libro adecuado: cuadrado, pequeño, fácil de manejar. De este libro también se editó un poster. De un vistazo veías todas las historias y el arco iris que formaban todos los colores. 

¿Cómo fue el proceso creativo detrás del libro “Érase una pez: pequeños poemas para niños gigantes”, escrito por Miki Naranja (B de Blok, 2019)?

Emocionante. Muy emocionante. Primero llegó la sorpresa, la propuesta por parte de Miki. A mí su poesía me encantaba (y me encanta) y me hizo mucha ilusión.

Al poco, llegó su enfermedad, una gran pena. Hicimos el libro en este proceso.

Fue una experiencia muy bella hecha de una manera muy distinta a lo que estaba acostumbrada. Los poemas y las ilustraciones se fueron creando paso a paso, con un ritmo adaptado a lo que iba trayendo el día a día. Las poesías de Miki son extraordinarias.

Para mí, ilustrar “Érase una pez”, es un regalo de la vida.

“15 razones para guardar silencio / 15 razones para gritar” (Zart, 2022) con textos de Harkaitz Cano, proyecto en el cual participaste como diseñadora e ilustradora ¿Cómo fue la experiencia de conceptualizar los poemas de Cano y llevarlos a un libro objeto con determinadas número de copias realizadas a mano?

Conceptualizar los delicados poemas de Harkaitz fue muy divertido. Empezar en lo figurativo e ir puliendo la imagen hasta convertirla en un símbolo. Crear una especia de alfabeto-silueta a partir de ilustraciones elaboradas. También se jugó con transparencias con colores y formas que cubrían a las siluetas. Todas las páginas y las portadas están cortadas a sangre y coladas y cosidas una a una.

Yo hice un prototipo y Gil  de Vert, imprenta de Astigiarraga, hizo uno a uno los 200 ejemplares. Quisimos hacer una edición muy especial y que las copias fuesen lo más parecidas posibles al prototipo original. Fue un trabajo minucioso, pero el resultado, sin duda, mereció la pena. Un libro objeto de edición limitada, numerado y firmado.

Hicimos copias en tres idiomas: euskera, castellano e inglés.

Tu más reciente publicación, “B planeta” (Cenlit Ediciones, 2024) tiene un enfoque entre sociedad y naturaleza ¿De dónde surgió la idea central de este proyecto?

La idea central de este proyecto tiene que ver con el RESPETO. El respeto entre las personas y el respeto entre las distintas especies de este planeta.

“B planeta” tiene que ver, también, con la escucha, con la atención, con el cuidado y con el respeto de los ritmos. He jugado con el rosa como acompañante del negro: quería dar cierta dulzura y esperanza. Aquí, la colaboración con el editor, Unai Pascual, ha sido muy estrecha. Hemos cuidado mucho el papel, el formato (se abre en vertical), el tono de rosa…

¿Qué libros vincularías con las siguientes palabras: primavera, lluvia, palabra, ritmo y flora? 

“Cuentos de primavera”, Laura G. Corella – Carlos Busquets (Susaeta, 1978).

“Paulina”, Ana María Matute. (Lumen, 1982).

“Iniciación a la botánica”, Pius Font i Quer. (Editorial Fontalba, 1986).

Cualquiera de “Pomelo”, Ramona Badescu – Benjamin Chaud. (Kókinos).

“In the town all year ‘round”, Rotraut Susanne Berner.  (Chronicle Books, 2008).

“Txarliren kontuak”, Rotraut Susanne Berner. (Alberdania, 2008).

“La rosa de mi jardín”, Anita Lobel – Arnold Lobel . (Corimbo, 2022).

“Bi begi”, Lucie Félix. (Denonartean, 2013).

“Mumin”, Tove Jansson. (Coco Books, 2014).

“El bosque milenario”, Jiro Taniguchi. (Ponent Mon, 2018).

“He visto un pájaro carpintero”, Marcin Skininski – Ala Bankroft. (Fulgencio Pimentel, 2020).

“Aún no se lo he dicho a mi jardín”, Pia Pera. (Errata Naturae, 2021).

“El viaje de Shuna”, Hayao Miyazaki. (Salamandra Graphic, 2023).

¿Qué estás leyendo ahora?

“Mapa de soledades” de Juan Gómez Bárcena (Seix Barral, 2024) y “Los secretos de flora” de David González Jara (Ariel, 2024), dos ensayos. También “Fun home, familia-istorio tragikomiko bat”, novela gráfica de Alison Bechdel y traducida al euskara por Danele Sarriugarte, Txalaparta, 2024.

¿Tienes alguna novedad o próximos proyectos que quieras compartir con nuestros lectores/as?

Se acaba de publicar “Kankailu kontakatiluaren izenondo liburua” escrito por Amaia Tellería (Denonartean, 2025) y que he tenido el placer de ilustrar. El libro nos habla de un árbol muy especial.

Actualmente, estoy trabajando en un proyecto multidisciplinar, que se desarrollará en distintos soportes y en el que estoy experimentando nuevas técnicas.

Por último, en UE Comunidad entendemos lo diverso como todo aquello que nos parece distinto a nuestra realidad y entorno. ¿Cómo lo entiendes tú?

Lo diverso podría ser lo auténtico de cada ser, lo que te nace sin demasiados filtros adquiridos: un trazo, una forma, un pensamiento. Relámpagos de autenticidad que a veces surgen, como tesoros, como perlas encontradas.

Conoce más de su trabajo aquí:

https://linktr.ee/lorenamartinezoronoz

Y en sus redes sociales: