#CONOZCAMOS A AURORA PORTILLO
Ella es Aurora Portillo, ilustradora y creativa multidisciplinaria.
Estudió Ilustración en la Escuela de Artes y Oficios de Valladolid.
Desde el 2007 que ha ilustrado diversos proyectos, entre los que destaca “Breakfast Machine”, de los artistas Yuri Suzuki y Masa Kimura en Amsterdam.
Es la ilustradora que le dio vida a Puntito y su camino a casa. Actualmente trabaja en un libro ilustrado con textos de Alicia Sánchez Pérez.
Entrevista: @Urdimbrediciones
¿Cómo comenzó tu carrera como ilustradora?
Todas las personas dibujamos desde que somos niñas, algunas dejan de hacerlo en la adolescencia y a otras el dibujo no nos ha abandonado nunca. Yo estudié Ilustración en la Escuela de Artes y Oficios de Valladolid, y aunque desde esa época realizaba trabajos de ilustración, decorando bares durante el carnaval con otros compañeros de clase, siento que mi carrera como ilustradora comenzó unos años más tarde, sobre el 2007 el día que yo comencé a decir que era ilustradora, un momento que coincidió con la creación de una ilustración para “La Pasión de Frida”, un proyecto de camisetas ilustradas por mujeres y que coincidió con la creación de mi primera web.
¿Cuáles han sido tus referentes en el mundo de la ilustración?
Desde niña amo la ilustración y no entendía como los libros de los adultos no tenían ilustraciones. Crecí con las dulzura de las ilustraciones de Janosch o de Carme Solé, con el humor, el ingenio y la línea de Quino, con las misteriosas imágenes de los “Cuentos Rusos” ilustrados por Ivan Yakovlevich Bilibin o lo macabro y fantástico de las ilustraciones de Edward Gorey.
Y si pienso en referentes más contemporáneos, me inspira el trabajo onírico de Pablo Auladell, la genialidad y simplicidad de Pablo Amargo, la dulzura del trazo de Noemí Villamuza, el uso del color y la delicadeza de David de las Heras y el universo creativo del gran Isidro Ferrer.
¿Existe algún ilustrador o artista al que sigas especialmente con interés o al que consideres una influencia?
Amo profundamente el trabajo creativo de tres mujeres ilustradoras: Violeta Lópiz, de la que me encanta el tratamiento que hace del color y la elegancia de su trabajo, Joanna Concejo, a la que admiro por la fuerza de sus imágenes, su técnica y el concepto y la profundidad de su obra y por último la genialidad y el humor de Flavita Banana, que siempre me despiertan una sonrisa.
Y como artista, sigo con gran interés la obra de otra mujer, Laia Arqueros por como trata el tema del género a través del gravado y de la cerámica.
¿Cuáles son las técnicas con las que te sientes más a gusto?
Con los lápices de colores y la acuarela líquida.
¿Cuál de tus proyectos le tienes especial cariño y por qué?
Las ilustraciones que realicé para el proyecto de creación de la “Breakfast Machine”, de los artistas Yuri Suzuki y Masa Kimura en Amsterdam. Lo recuerdo con un cariño especial, porque después de realizar la ilustración tuve la oportunidad de viajar a Amsterdam a Platform21, un espacio de creación en el que Yuri y Masa se dedicaron a construir una máquina del desayuno inspirada en la icónica película americana Pee-Wee’s Big Adventure de 1985.
Aún hoy cuando veo las ilustraciones me siguen gustando.
¿Cómo es un día en tu taller?
Jajaja, ¿te refieres a cuándo dejo de un lado la procrastinación verdad?
La verdad es que los días en el taller dependen mucho del trabajo, del encargo o del proyecto personal que tenga entre manos. Mis días son bastante flexibles, pero paso mucho tiempo en el estudio/taller, un espacio de trabajo compartido con 6 ilustradores/as y diseñadoras fantásticas.
Si estoy trabajando en un proyecto de ilustración, un día normal contempla desde contestar mails, a buscar referencias para un determinado trabajo, bocetar y crear las ilustraciones originales con la técnica que se adecue al encargo, bien sea manual o digital.
Si lo que tengo entre manos está conectado con otro proyecto creativo, la actividad cambia.
¿De dónde nace el concepto Creativa Multidisciplinar?
Supongo que de querer definir de manera más concisa las diferentes cosas a nivel creativo que hago. La mayoría de personas que han optado por desarrollar su camino profesional en un ámbito creativo, tendemos a ser multidisciplinares, no sé si por necesidad o por inquietud. En mi caso creo que es por inquietud y curiosidad (la necesidad la he dejado para los trabajos menos creativos, jaja).
He trabajado como comisaria y diseñadora de exposiciones, me he vinculado al campo de la educación como tallerista, emprendí un proyecto de productos textiles “La Grulla Amarilla” y hace un par de años emprendí “TodasBonobas”, un proyecto de arte y diseño con Emöke Holbis.
Me encanta aprender cosas nuevas, crear y encontrar la mejor manera o formato para comunicarlas y hace unos meses descubrí a Emilie Wapnick, quien en una conferencia TED hablaba de personas “Multipotenciales”, un concepto de lo más revelador para las personas a las que nos interesan muchas cosas (somas más de los que pensamos 😉 )
¿Tienes algún nuevo proyecto en mente?
Sí, ahora estoy acabando un libro ilustrado titulado “¿Quién vive en mi cabeza?”, escrito por Alicia Sánchez Pérez, y que ilustra en clave de humor esa voz que siempre nos acompaña y que en muchas ocasiones nos atormenta.
En relación al proyecto de Puntito y su camino a casa: ¿Cómo te encontraste con este proyecto?
Un día recibí un mail de Carla Vidal. Carla había visto mi trabajo en internet, estaba buscando una ilustradora para un cuento en el que explicaba a su hijo, cómo había nacido, un hijo nacido a través de la gestación subrogada.
Al principio no lo tuve claro, pero quise quedar con ella para saber más, pues el tema me confrontaba con mis creencias y me pareció una oportunidad para entender más sobre este tema tan controvertido. Cuando nos encontramos me encontré delante de una mujer, como yo, con su historia, un texto y muchos cuestionamientos.
¿Cómo te enfrentaste al tema de la gestación subrogada?
Este proyecto supuso un reto difícil, pues tuve que cuestionarme mis creencias, en relación a la gestación subrogada. Para mi es muy importante estar en coherencia con los proyectos que ilustro, y en este caso tuve que hacerme muchas preguntas y respondérmelas desde un enfoque que nunca me hubiera hecho si no hubiera recibido este encargo por parte de Carla. Primero, llamé a personas de mucha confianza y criterio para preguntarles cuál era su posición ante la subrogación. Después, pasé alrededor de tres semanas buscando información, escuchando las posiciones a favor y las posiciones en contra.
Y aunque sigo estando a día de hoy en contra de la gestación subrogada en países que vulneran los derechos de las mujeres gestantes para llevar a cabo esta práctica. Lo que me hizo llevar adelante el proyecto, fue:
1.- El primero y más importante, conocer la historia de Adrienne (la mamá gestante) y la de Carla, Ramón, y el pequeño Ramón, en primera persona.
2.- Entender que hay países en los que esta práctica es legal como es EEUU o Canadá. Carla tuvo su hijo gracias a Adrienne, una mujer afroamericana, con la que aún a día de hoy mantienen el contacto.
3.- Llegar a la conclusión de que prohibir no es la solución, pues ya tenemos en nuestra historia demasiados casos de robo de bebés. Para mi, legislar sería la mejor manera de proteger los derechos de las mujeres gestantes y la de los bebés.
4.- Conocer que en UK la maternidad subrogada es legal, pero sin que haya lucro. Y eso me hizo pensar en las mujeres que se han criado teniendo como madre a una tía biológica que no podía tener hijos.
5.- Y por último, que el cuento “Puntito y su camino a casa” era una historia de fantasía llena de metáforas que suponía un reto ilustrado, y una posibilidad para que los niños/as que han nacido a través de este método, puedan saber quién les cuidó durante 9 meses, un homenaje a todas esas “Luz” (mamá gestante del cuento) que ayudan a otras mujeres a tener hijos biológicos.
¿Cómo fue el proceso creativo para darle vida a las ilustraciones de Puntito?
La verdad es que recuerdo el proceso de creación del libro de Puntito, con mucho cariño, porque Carla me hizo el trabajo muy fácil. Todas mis aportaciones le parecían bien, y eso no siempre sucede.
Como ilustradora una de las partes más bonitas del proceso creativo, y difíciles por lo que os comentaba antes, fue entender y bucear en el tema a través de la historia antes de comenzar a bocetar. Entre la fase de bocetado y creación de originales aproximadamente, estuvimos alrededor de 5 meses para realizar las 31 ilustraciones del libro.
¿Qué te sirvió de inspiración?
Para crear el imaginario y lo que quería representar en cada escena, primero trabajé a partir del texto, bocetando lo que para mí tenía sentido y aportando algunos elementos que pudieran conectar al personaje protagonista, Puntito, con sus progenitores que sólo aparecen al final del libro, por ejemplo, introduciendo un simple elemento, un gorro rojo como nexo entre ellos.
Para la construcción de las escenas me resultó muy inspirador el trabajo de Eleonor Davis, en ilustraciones como en la que tres mujeres vuelan sobre un cisne o la de una silueta de mujer a partir de elementos vegetales gestando un bebé, y para el tratamiento del bosque, la vegetación en algunas de las maravillosas ilustraciones de David de las Heras.
¿Tienes alguna escena del libro que te haya sido desafiante?
Sí, lo más difícil fue encontrar cómo explicar que Puntito (el bebé) viajaba dentro de un “útero” con Luz (la madre subrogada) que le cuidaba durante todo el viaje. Me di cuenta que si hacíamos un pequeño cambio en el texto, esa parte a nivel de ilustración se podría resolver mejor, así que ya me veis a mi escribiendo a Carla y diciéndole que pensaba que había que cambiar algo del texto… me costó decirle, porque no quería ser intrusiva con su trabajo, pero afortunadamente entendió lo que le comentaba y con unos pequeños ajustes, conseguimos desencallar juntas esa parte.
¿Tienes alguna escena preferida?
Sí, me gusta mucho el encuentro de Puntito con Anhelo (el pájaro que le llevará a encontrar a Luz), y el viaje que ellos dos hacen juntos.