LA NIÑA QUE SE ESCONDÍA DEMASIADO
“La niña que se escondía demasiado llegó un día a vivir donde vivían muchos monstruos, tan pequeños como ella. Nunca antes había compartido su habitación y deseó ser invisible para que ninguno de los monstruos la viera”.
Hacer un plan y una lista para no ser vista por los otros, los otros que seguramente entienden, los otros que habrán sentido lo que ahora la niña siente. Ganas de llorar y no ser vista, tener pena y disimularla. Vivir en un nuevo hogar y no saber cómo habitarlo. Los otros, los pequeños monstruos, probablemente sintieron la misma pena, las mismas ganas de pasar desapercibidos durante el tiempo que les llevó construir su propio espacio, en ese, su nuevo hogar. ¿De dónde saldrían entonces el cintillo con orejas puntiagudas, o las patas de zorro? La niña que se escondía demasiado siguió intentando no ser vista o casi vista, desarrollando una gran habilidad en el arte de ocultarse, sin saber que a medida que más se escondía, más cerca de los otros monstruos estaba.
¿Cómo aprendemos a confiar cuando ni siquiera nos han enseñado a nombrar esa palabra? ¿Puede un niño o una niña soslayar la pena de verse solo en el mundo? Joceline Pérez usa la metáfora del camuflaje para visibilizar aquella infancia que por distintos motivos se ha visto vulnerada. Niños y niñas que han tenido que abandonar sus hogares por situaciones de violencia, porque sus padres no han sabido cuidar de ellos responsablemente o porque no tienen un pariente cercano que pueda hacerse cargo de su cuidado. Niños y niñas que son acogidos por personas que no son sus familias, que esperan construir un nuevo hogar.
Joceline propone, a través de su relato una estrategia de sobrevivencia, colocando al disfraz -ese artificio en el que alguien cambia o modifica su aspecto para no ser reconocido- para representar aquel proceso de transformación. Ese escudo autoimpuesto para sortear la timidez, la soledad que atemoriza, el desamparo o el miedo de ser rechazado otra vez. Como en los juegos, la sorpresa acompaña el uso de la vestimenta, un atuendo más para asemejarse o diferenciarse, a tal punto, que de tanto ocultarse, un día, simplemente ese alguien no se encontrará, aprenderá de su propio reflejo, el aprendido, el que fue construyendo con fortaleza y resilencia. Llegará el día entonces, que la niña o el niño no tendrá que pedir permiso nunca más, no tendrá miedo de estar entre los otros, porque ahora también es parte de ellos, porque sin saberlo ha construido lazos, ha compartido ritos propios de la niñez, dibujos, juegos, escondites y sonrisas, y puede que hasta haya aprendido a nombrar la palabra confianza.
Un libro álbum bellamente ilustrado que visibiliza aquello que ocurre en los hogares de acogida en Chile. Nos coloca en esa realidad a manos de una niña, a la que le que han sido quebrantados sus derechos, carente de cariño porque no han sabido cuidarlos, respetarlos en lo más genuino. Un libro que nos ayuda a mediar y también a creer en ese cariño desinteresado que se va construyendo con seres que muchas veces trascienden lo sanguíneo.
Todo el libro nos va narrando, desde la portada, las guardas hasta la contraportada. Cada parte nos aporta detalles para ir hilvanando la historia, cada página aporta ese segundo lenguaje, ese complemento entre lo visual y lo textual, característica propia de un libro álbum, un valor indudable de la autora/ilustradora, capaz de narrar en dos lenguajes, que le valió el premio al Mejor Libro Álbum editado en Chile otorgado por Ibby Chile.
Otros títulos de Joceline Pérez:
Título: La niña que se escondía demasiado
Autor: Joceline Pérez
Ilustrador: Joceline Pérez
Editorial: Muñeca de trapo Ediciones
Año publicación: 2017
Colección: Voces en el horizonte
Clasificación: Libro álbum
Edad recomendada: Con mediación / los que han empezado a leer / de 10 hasta todas las edades
Distinciones y premios: Mejor Libro Álbum, VII Medalla Colibrí Ibby Chile
Temas: Abandono, identidad, confianza, amistad, hogar de menores, hogar de acogida, cuidadores, niñez, infancia.
Si quieres conocer más de ella y su obra visita su instagram: @jovenamarga