#CONOZCAMOS A KARIMA MALUK
Nací y crecí en Viña del Mar, ahí transcurrieron mis años escolares y universitarios. Estudié Diseño Gráfico y al día siguiente de mi examen me fui a Europa, donde viví por siete años, entre Bolonia y Madrid. Me especialicé en Gestión del Diseño y luego en Comunicología Social para el cambio social y desarrollo. De vuelta en Chile, nos instalamos en Limache, y a partir de las experiencias vividas en el extranjero, junto a mi pareja, fundamos Una casa de cartón, primero la editorial y, al año siguiente, la librería. Teníamos la convicción de que era posible levantar una iniciativa como la nuestra desde región, lejos de las capitales provinciales. Había mucho por hacer, había una necesidad, ya que no había nada. Después de algunos años me especialicé en Libros y Literatura Infantil y Juvenil. Los últimos diez años los he dedicado al mundo de la edición, la escritura, la traducción, el fomento de la lectura, la gestión cultural. Estos años han sido más difíciles de lo que habíamos proyectado en un principio, sin embargo, me encanta vivir en Limache, la naturaleza, sus cerros, su ritmo y comunidad.
Entrevista: @Urdimbrediciones
Imágenes: @unacasadecarton
Cuéntanos, ¿Cómo llegaste del diseño gráfico a la gestión cultural? ¿Hubo algún hecho particular que te condujera hacia la especialización en el campo de la Literatura Infantil y Juvenil?
Varios hechos me fueron llevando de manera orgánica para allá. Siempre estuve de alguna manera vinculada al mundo de la cultura, desde la infancia. La realidad política y el sentido de justicia social también estuvieron presentes.
De adulta, influyó mucho haber estudiado en Bolonia y su vínculo con la literatura infantil. También influyó haber participado varios años de la Asociación cultural Giardino del Guasto, un lugar mágico de Bolonia dedicado a niños, niñas y familias. Allí conocí muchas personas creativas e inspiradoras, que hacían mucho con muy poco. Con una de ellas, Antonella Tandi, creamos un libro multilingüe basado en una actividad que realizaba ahí, se llamó “Había una vez un dibujo…” y fue el primer libro de Una casa de cartón. Al llegar a Limache conocí a la escritora Andrea Maturana, quien a su vez me presentó a la ilustradora Joanna Mora que tenía un proyecto que se transformaría en el segundo libro de la editorial, y así.
¿Te acuerdas cuál fue el primer libro que descubriste como lectora? ¿Crees que esa primera lectura determinó la relación que hoy tienes con los libros? ¿Y por qué?
Me acuerdo de muchos libros y de la experiencia misma de leer, del libro como un objeto al que le dábamos importancia. Me acuerdo haber pasado mucho tiempo en una de las escasas librerías de mi ciudad, y en vacaciones de verano no me perdía la Feria del Libro. En mi infancia compartía habitación con mis hermanos y teníamos un cajón bajo la cama lleno de historietas. Leíamos La abeja Maya, Periquita, La pequeña Lulú, Los pitufos, Mafalda, por nombrar algunos. Jugábamos a ser bibliotecarias y pasábamos el tiempo organizando el estante de libros.
Un libro que recuerdo con especial cariño es “Doña Piñones” (de María de la Luz Uribe, con ilustraciones de Fernando Krahn, publicado por Quimantú), porque yo era muy asustadiza del viento. Sin duda, tener libros en la casa determinó la relación que hoy tengo con ellos, porque eran un elemento cotidiano, lúdico, acudías a ellos para entretenerte, para ir en búsqueda de alguna información, socializábamos la lectura, y a medida que crecías ibas descubriendo tesoros que respondían a nuevas inquietudes propias de la adolescencia, como la colección de libros de Julio Cortázar.
¿Podrías contarnos cómo se sustenta y nutre tu imaginario y voz autoral?
En primer lugar del contacto con niños y niñas, partiendo por mis hijos, y su manera siempre sorprendente, divertida y maravillosa de explicar las cosas e inventar otras. También de historias y vivencias personales de familiares y amigos. También estando cerca de la naturaleza, dándome el tiempo para realmente estar conectada con ella, escuchando un río, observando animalitos, caminando sin prisa, respirando.
Y claro, a través de la literatura, y de leer y leer. Tengo la suerte de estar rodeada de libros muy buenos en la librería, en las ferias y en la casa, por lo que siempre estoy leyendo y mirando especialmente literatura infantil de calidad. Del cine, el teatro, la música y las artes en general.
¿Qué escritoras/ es componen tus lecturas hoy?
Tengo muchas lecturas muy diversas. Ultimamente he estado leyendo a Tove Jansson, a escritoras victorianas, Elsa Morante, Mariana Enríquez, Gabriela Mistral, Italo Calvino.
En un país como el nuestro, tan largo y angosto, ¿Qué significa emprender y desarrollar proyectos desde la Quinta región, específicamente desde Limache? ¿Cuáles han sido los mayores desafíos y/o los hitos más relevantes que resumen el trabajo realizado en estos siete años?
Significa un esfuerzo muy grande, una parece remar contra la corriente permanentemente. Muchas veces me pregunto por qué hago lo que hago, porque siento que no es valorado en relación a todo el esfuerzo y sacrificios que hay detrás.
Los mayores desafíos para el proyecto han sido hacerlo sostenible en lo económico, darlo a conocer, y lograr un espacio en el mercado, que lamentablemente está mega concentrado en Santiago y su lobby. La relación con el público local también ha sido desafiante. Los niños son un público muy interesado y agradecido, los adultos un poco menos. Hemos persistido porque creemos que es una causa más que justa, poder ser un aporte a que personas dedicadas al mundo de la cultura puedan trabajar y desarrollar sus carreras desde la periferia y poder dar trabajo. Ojalá tuviéramos más apoyo en esta causa.
Los hitos más importantes son: la apertura de la librería el 2016 en el hermoso espacio de Fundación Lumbre en Limache, en un momento en que no había ninguna librería en Limache; los reconocimientos Medalla Colibrí de Ibby Chile, Gourmand, 100 Outstanding books de dPictus y Fundación Cuatrogatos para nuestros libros; la participación en la directiva y en la creación de LINC, asociación de librerías independientes de Chile; el Festival de Literatura Ilustrada de Limache 2021 y 2022; formar parte desde el 2023 de CLIC Editoras, Colectivo de literatura infantil; los acuerdos de publicación de nuestra editorial en China y Corea.
¿Cómo nace el Festival de Literatura Ilustrada “Libreleo” que ya cuenta con dos ediciones?
La idea inicial era hacer una fiesta en torno a la literatura ilustrada, la lectura en relación al disfrute y llevarla a colegios y al público de una ciudad semi-rural como Limache, en un espacio público, abierto a la comunidad. Libreleo es un proyecto idealista. Lo que pensé es que una ciudad pequeña como Limache era el escenario perfecto para tener un evento cultural con una temática bien específica, en este caso la literatura ilustrada, y lograr generar cambios visibles. Pensaba en pueblos o pequeñas ciudades de Europa y el mundo que lograban levantar un festival de cine, de historieta, de marionetas, siendo un aporte al desarrollo de manera integral y a la identidad de un lugar.
Nace con la intención de proponer un evento de primer nivel para un público que tiene muy poco acceso a actividades culturales, especialmente pensando en la infancia y la juventud, y ser un aporte a su desarrollo. Pero Libreleo no se queda ahí, también busca ser un espacio donde autores y autoras, editoriales y agentes locales emergentes —que están más bien aislados— pudieran compartir experiencias y conocer a sus pares, ya reconocidos e instalados en el medio.
La creatividad y el talento está en todas partes ¿Cómo ha sido la experiencia de visibilizar y dar a conocer el trabajo de creadores locales?
Ha sido un trabajo de largo aliento, un proceso colaborativo de mucho aprendizaje, y de mucho enseñar también. Es muy gratificante cuando nuestro slogan “de Limache al mundo” se materializa de distintas maneras. Con Joanna Mora estuvimos en Italia presentando su libro “La famosa (y secreta) receta de papá” (Una casa de cartón, 2016) por el cual se ganó el Gourmand World Cookbook Award en dos categorías. Este año logramos acuerdos para traducir las obras “Caracol no tiene casa” y “La vieja de las flores” (Una casa de cartón, 2022, 2023) de la autora Rina Letelier, también residente en Limache, en China y Corea. Participamos en las ferias del libro de Bologna y Guadalajara donde las obras se exhiben y difunden, y a las ferias de Frankfurt y de Corea a través de la agencia VLP Agency, por nombrar algunas de las acciones.
Ha sido un lindo camino, he visto surgir autoras y como han ido profesionalizando su quehacer, y es lindo saber que van inspirando a jóvenes que quieren seguir sus pasos. Las problemáticas locales son novedosas y distintas, y puestas en una adecuada edición están a la par con propuestas centralistas. La propuesta está en mirarnos a nosotros mismos y valorar lo que tenemos que decir y mostrar sin necesidad de estar siguiendo las tendencias de la capital. Me pasa en ferias de Santiago que hay sorpresa y a la vez extrañeza con nuestra propuesta. ¿De Limache?
¿Podrías definir en una palabra cómo es un día en la librería Una Casa de Cartón? ¿Qué obras no pueden faltar?
Amoroso, Desafiante
No pueden faltar en la librería “Donde viven los monstruos”, de Sendak, “Pippi Calzaslargas”, de Lindgren; “La guía del horticultor autosuficiente”, de Seymour; “La invención de la naturaleza”, de Wulf; “La pasión de enseñar”, de Mistral; “La mujer rota”, de Beauvoir; los clásicos “El Quijiote de la Mancha” de Cervantes, y los griegos; todos los libros del vecino Gastón Soublette, muy querido por la comunidad; todos los libros de la editorial Una casa cartón.
Recientemente, tu trabajo como traductora del Libro Mi Magia, obra que tradujiste del italiano al español, fue reconocido con el premio Medalla Colibrí 2023 en la misma categoría. ¿Cuál es la historia detrás de esta decisión editorial?
Es una historia de amor a primera vista. Estaba participando de la Bologna Children´s Book, vi y compré un ejemplar del libro el último día de la feria y estuvo guardado, durmiendo hasta el inicio de la pandemia, que fue cuando, con todas las dificultades imaginables derivada de la crisis sanitaria, tomé contacto con la editorial y les propuse publicarlo en Chile. La razón, su belleza, su poesía. Es un libro que transcurre dentro de una casa y retrata la jornada de un niño desde el amanecer hasta que se duerme desde su punto de vista. Tenía mucho sentido con los tiempos que se vivían. Cuando decido hacer un libro así, pienso en el regalo que significa para quien lo lea, niños y grandes, desde la experiencia estética que propone. Las ilustraciones de Simona Mulazzani son muy tiernas y conmovedoras.
¿Cómo ves el panorama actual en la LIJ chilena?
Hay una producción actual de muy buena calidad, el trabajo editorial está en un excelente nivel y cada vez más profesionalizado. Hay mucho material muy valioso, que arriesga y se atreve a proponer nuevos temas y enfoques. Falta mayor apoyo de la institucionalidad para hacer llegar a más niños, niñas y educadoras y educadores estas propuestas, para salir de la literatura infantil más instrumental, de manual, que también se está desarrollando mucho. Actualmente veo una asimetría entre la calidad de las obras y la capacidad del mercado para ir a la par y lograr el equilibrio que haga sostenibles a las editoriales independientes. Así como el desafío de poder exportar más fluidamente la producción nacional a otros países de habla hispana.
¿Qué libros recomendarías si piensas en verano, campo, cascada, sombra y arena?
Verano: El libro del verano de Tove Jansson (Cía. Naviera Ilimitada Editores, 2020)
Campo: Disegnare un albero de Bruno Munari (Corraini Edizioni, 2004)
Cascada: La isla de Abel de William Steig (Blackie Books, 2018)
Sombra: El Elogio de la sombra de Junichiró Tanizaki (Siruela, 1994)
Arena: La playa de Sol Undurraga (Saposcat, 2019)
¿Tienes alguna novedad o próximos proyectos que quieras compartir con nuestros lectores/as?
Una novedad importante es que el año 2024 publicaremos una serie de cómic para primera infancia, seguiremos en la línea de la traducción, esta vez publicando una obra de Polonia. El personaje es muy tierno y divertido.
Además tendremos una nueva versión de Libreleo. Esta vez nos enfocaremos en la participación de autoras locales. Realizaremos en ese marco, la primera Expo colectiva de ilustradoras de Limache y la provincia de Marga-Marga.
Por último, nosotras entendemos lo diverso como todo aquello que nos parece distinto a nuestra realidad y entorno. ¿Cómo lo entiendes tú?
También lo entiendo así.
Conoce más sobre sus proyectos aquí: https://www.unacasadecarton.cl/
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